Es un riesgo como la era digital ha transformado la socialización, especialmente en niños, niñas y adolescentes (NNA).
Anteriormente, los menores aprendían normas sociales de su entorno cercano (familia, escuela, amigos), pero hoy en día la tecnología ha irrumpido en este proceso. Internet se ha convertido en una nueva fuente de aprendizaje, y muchas veces los NNA no logran distinguir lo que es real de lo que es ficción, exponiéndose a contenidos que pueden influir negativamente en su desarrollo y percepción de la realidad.
Uno de los aspectos más preocupantes de esta socialización digital es cómo afecta las expectativas de los NNA sobre su propio futuro laboral y las relaciones sociales. La normalización de la exposición en redes sociales y la capitalización de la intimidad personal están moldeando las concepciones que tienen sobre la realidad. Además, se ha fortalecido el uso de plataformas digitales para crear relaciones, que cabe señalar tienen un alto componente de sexualización, que está transformando las ideas sobre la seguridad y confianza en las interacciones personales.
Particularmente inquietante es la representación de la mujer en el entorno digital. Aunque este tema no es nuevo, la exposición continua a la cosificación y sexualización de la mujer en películas, música y redes sociales ha normalizado ciertos estereotipos dañinos. En espacios como aplicaciones y videojuegos, las mujeres son frecuentemente representadas de manera hipersexualizada, con personajes o “novias virtuales” que refuerzan la idea de la mujer como un objeto al servicio del deseo masculino.
La socialización digital y la exposición a contenidos hipersexualizados en plataformas online no solo afectan la percepción de la realidad en los menores, sino que también abren la puerta a diversas formas de violencia digital. Estas incluyen la normalización del acoso, la cosificación y la exposición no consensuada a material sexual. Esta dinámica crea un terreno fértil para la explotación sexual, pues los menores pueden ser vulnerables a manipulaciones en entornos digitales que les hacen creer que la exposición de su intimidad es algo “normal” o aceptable.
Las redes sociales y plataformas como OnlyFans, entre otras, pueden ser vehículos donde se aprovechan de NNA para normalizar prácticas peligrosas, erosionando su capacidad de distinguir entre relaciones sanas y de riesgo. Esta violencia digital se convierte en una puerta de entrada para formas más graves de explotación sexual.
La falta de regulación, la ausencia de educación sexual adecuada y el acceso temprano a contenidos nocivos en el entorno digital pueden resultar en una falta de protección frente a la explotación. Es esencial crear espacios de diálogo en los que se hable sobre los peligros y las formas de evitar que estos entornos virtuales se conviertan en una vía hacia la explotación sexual.
Es fundamental abrir espacios de diálogo sobre esta problemática. Los adultos deben estar atentos al tipo de contenido que consumen los NNA en su entorno y generar conversaciones sobre lo que ven en redes sociales. Es necesario cuestionar cómo estos contenidos pueden estar impactando su percepción del mundo, y ofrecerles herramientas para desarrollar una visión crítica sobre la representación de la mujer y la sexualización en el entorno digital.
El entorno digital está moldeando la forma en que los NNA perciben la intimidad, las relaciones y su propio valor en la sociedad. La falta de regulación, la ausencia de una educación sexual integral y el fácil acceso a contenidos nocivos los dejan en una posición de vulnerabilidad frente a la explotación. Es fundamental que padres, educadores y la sociedad en su conjunto abran espacios de diálogo para abordar estos riesgos y ofrecer herramientas que promuevan una visión crítica sobre la representación de la mujer y la hipersexualización en redes sociales.
Supervisar el contenido que consumen, fomentar conversaciones sobre los mensajes que reciben y promover el pensamiento crítico son pasos esenciales para garantizar que los entornos digitales no se conviertan en espacios que perpetúen la explotación y la desinformación. Solo a través de la educación y la concienciación podemos construir una sociedad donde los NNA crezcan con seguridad, autonomía y una comprensión sana de sus derechos y su dignidad en el mundo digital.
